¡Cómo unos bigotes pueden cambiar la vida de unos niños! Pues a Emilio sus mostafoch, producto de comerse completito el foch de su casa, lo llevarán a que un castigo se convierta en una fantástica aventura. Su cuarto y toda su casa se convertirán en un mar lleno de peligros, donde tiburones babuchas y feroces calcetines amenazarán a sus padres.
Por otro lado Mateo los bigotes dibujados por su bromista padre lo llevarán a cambiar su niñez por trabajos y responsabilidades que lo convertirán de la noche a la mañana en todo "un señorcito".
Dos extrañas y divertidas historias que, a lo mejor, tú también podrías vivir.