Si el PRI incrustó a sus cachorros en las nóminas gubernamentales, los patriarcas empresariales delegan sus empresas a una generación dispuesta a hacer lo que sea necesario con tal de prolongar el protagonismo de sus familias en el mundo de los negocios. Hank González, Garza Sada, Baillères Gual, Salinas Sada, Slim Domit y Servitje Montull son algunos de los apellidos que Francisco Cruz rastrea en estas páginas para develar los mecanismos de operación del poder económico nacional.