Nanu la encontró en el patio de su casa, caída al lado de la maceta del pinito. Por suerte era de noche y pudo verla enseguida: las hadas brillan en la oscuridad.
Nanu nunca había visto un hada tan de cerca. Es más, nunca había visto un hada. ¿Qué podía estar haciendo en su casa? ¿Cómo había llegado ahí?
Una divertida historia, muestra del humor y el talento de la inolvidable Graciela Cabal.