Anouk no pertenece al mundo humano. Hasta hace poco tiempo ni siquiera era una persona: llegó a la vida como un animal y se convirtió en una muchacha gracias a un hechizo lanzado por su ama, la poderosa Mada Vittora.
Como fierecilla, Anouk está condenada a servir a su ama. Pero no puede dejar de soñar con el mundo detrás de la ventana y de envidiar a los humanos por su libertad.