El gran Gatsby es el claro reflejo del furor y los problemas que oprimían en un momento histórico a los Estados unidos, pues presenta una sociedad apenas recuperándose de la primera guerra mundial y que ni siquiera imagina la gran depresión de 1929, así pues, F. Scott Fitzgerald muestra un opaco reflejo, a manera de crítica, del sueño americano y de una generación frívola y aburrida de sí misma; de la misma manera, crea una reflexión sobra la necesidad humana de un pasado idealizado por la visualización de un futuro nostálgico.