"La Galatea" es la primera obra (y no primeriza") que escribió Cervantes. Aunque sólo concluyó la primera parte, en su lecho de muerte todavía se acordaba el autor de su propósito de acabarla.
El siguiente libro que escribió Cervantes, después de "La Galatea", fue el "Quijote", veinte años después. Esto representa un largo paréntesis de maduración literaria.