Pocos autores consiguen llevarnos de la mano hacia in reino especial de fantasía y realidad, en el que todo puede suceder, como Oscar Wilde.
En estas narraciones encontramos a un príncipe feliz que aprendió a ver el mundo a través de los ojos de una golondrina; un gigante que no quería compartir su jardín; un ruiseñor que fue capaz de sacrificarse por amor; un fantasma incomprendido que arrastra cadenas oxidadas y que ya no asusta a nadie.