Gabrielle Blair ofrece una reformulación provocativa del tema del aborto y la educación sexual. En una serie de 28 argumentos breves, ella hábilmente alega a favor de desviar el debate sobre el aborto basado en el control y la legislación sobre los cuerpos de las mujeres y, en cambio, dirigir el enfoque hacia donde puede tener más efectividad: la absoluta responsabilidad de los hombres en la prevención de embarazos no deseados.