Tomando como base esta reflexión de Buda, Ramiro A. Calle nos demuestra que es posible mitigar el sufrimiento mediante el dominio de nuestras actitudes y reacciones ante los hechos que nos causan malestar.
A través del conocimiento de diversas enseñanzas milenarias y de los grandes maestros espirituales, nos enseña el camino para controlar nuestra mente y, con ello, nuestro padecimiento.