Las profundas transformaciones de nuestra sociedad en lo referentes a prácticas religiosas y espítales nos llevan a preguntarnos cuál es el mejor modo de transmitir a las nuevas generaciones la dimensión espiritual del ser humano. Laia Montserrat propone recuperar el valor de la espiritualidad natural. Cada niño posee una gran riqueza y un gran potencial de desarrollo espiritual los padres y educadores deben velar para que los niños y niñas puedan vivir plenamente todas sus capacidades espirituales.