Este libro versa sobre la necesidad de diversificar y replantear las acciones educativas del profesor y sobre la manera como aprenden sus alumnos, en el sentido de vincular lo que acontece en la escuela con la vida. En principio, está dirigido a los profesionales de los campos de la pedagogía, la psicología educativa y social, así como a los docentes de diversos niveles y ámbitos disciplinarios; aunque también puede ser de utilidad a quienes enfrentan la tarea de educar en contextos comunitarios, abiertos y no presenciales.