Emi pierde todo por el hoyo en su pantalón favorito. ¿Un chicle? De acuerdo. ¿Una moneda? Está bien. Pero ¿la cama? ese agujero es un problema y Emi, junto con su mamá, tendrá que resolverlo. Este relato acerca a los lectores al género fantástico y recuerda que los problemas se resuelven mejor con algo de ayuda.