El niño interior es la suma de todas las marcas e improntas que hemos adquirido durante la niñez por medio de nuestros padres y otras figuras relevantes. Sobre todo las heridas y las afrentas sufridas durante la infancia se arraigan profundamente en el subconsciente, de manera que cuando ya somos adultos, nos impiden vivir explotando todo nuestro potencial. Entonces, ¿Cómo podemos recuperar nuestra confianza primordial?