Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl pasó toda su existencia hablando de algo que, antes de él, parecía innecesario: explicar a los demás que la vida tiene un sentido, que ese sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: «En el principio era el Sentido». El presente libro incluye dos conversaciones entre Frankl y Franz Kreuzer, uno de los más prestigiosos austríacos de la actualidad, y dos textos fundamentales del primero.