Nuestras emociones están allí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, porque, de hacerlo, se volverán tóxicas.
Sanar nuestras emociones implica prepararnos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar una solución. La propuesta de este libro es otorgarle a cada emoción el verdadero significado que tiene.