El estrés es una respuesta normal de nuestros organismos, pero el exceso de éste, tan extendido hoy, produce graves problemas.
El estrés nos consume, destruye nuestra capacidad de ser felices... y también daña la mucosa de las paredes estomacales y aumenta la presión sanguínea atacando de forma directa el sistema cardiovascular. Al deprimir el sistema inmunológico, permite el desarrollo de enfermedades crónicas.