Nuestros niños y niñas están creciendo en un entorno digital que está absorbiendo a pasos agigantados lo más valioso que tenemos los seres humanos: el tiempo y la atención. Se han disparado los casos de hiperactividad, déficit de atención y conductas disruptivas en la infancia... ¿Nos encontramos ante una generación con una carga genética defectuosa? En absoluto. Nuestros niños y niñas tienen las mismas potencialidades que los de hace 60 años.