Publicado originalmente en 1987, Drácula se convirtió en una obra clásica del terror gótico. Su éxito en papel ha trascendido a la pantalla grande en múltiples ocasiones, con adaptaciones que se convirtieron también en piezas cinematográficas de culto, entre ellas la de F. W. Murnau de 1922, la dirigida por Tod Browning en 1931, y la de Francis Ford Coppola en 1992, por mencionar algunas.