Basándose en una sugerente frase de Jean Cocteau, un pájaro canta mejor en su árbol genealógico, Jodorowsky nos sumerge, en la primera parte de este libro (cuando teresa se enojo con dios) en una amenísimo relato, tan cómico y sorprendente como heroico y legendario, sobre la vida de sus antepasados, desde sus bisabuelos hasta sus padres. Esta reconstrucción narrativa de su árbol genealógico le sirve para bucear en el sentido de su propio ser y su propia vida, a través de una inmensa geografía: ucrania, parís, Venecia, chile o argentina. Con ello el autor aspira a servir de ejemplo para que cada lector transforme, a través del perdón, su memoria familiar en leyenda histórica.