En los últimos años el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha incrementado el envío de cartas-invitación y correos electrónicos a las personas físicas para exhortarlas a cumplir sus obligaciones fiscales. En caso de no atender los llamados, el SAT podría aplicar, entre otras facultades, la discrepancia fiscal a los contribuyentes que no cumplan sus obligaciones tributarias.