Desde su aparición en 1995, esta obra se ha convertido en un clásico de la espiritualidad que, lejos de perder vigencia, sigue desafiando las falsas necesidades de la cultura occidental con un nuevo camino hacia una vida más plena.
Con treinta y siete años y una figura que no se ajusta a los cánones de belleza, Christine tiene pocas esperanzas de encontrar a un hombre con quien compartir su futuro.