Después de gozar de fama y fortuna, un reconocido cantante del no menos famoso Buena Vista Café de La Habana se ve de pronto sin trabajo ni oportunidades de seguir cantando profesionalmente.
Cuando la realidad golpea y hunde en la angustia y la frustración a este artista de casi 60 años, llega a su vida una bellísima joven de un tercio de su edad que parece traer consigo la vitalidad y la pasión que él creyó perdidas.