Emerson es el ensayista más importante de Estados Unidos. Pero es algo más: él, que tan bien escribió sobre los hombres representativos, es a su vez un “hombre simbólico”. Sin Emerson no puede entenderse su país, como no puede entenderse Francia sin Montaigne, España sin Cervantes o el Reino Unido sin Shakespeare. Su filosofía es una apuesta vitalista y optimista por el individuo y por la necesaria expresión de su autenticidad, un imperecedero mensaje de afirmación que nos incita a llegar a ser aquello para lo que hemos nacido. Sus celebres discursos estaban basados en material de sus Diarios, observaciones y notas que Emerson empezó a tomar cuando era estudiante en Harvard y no dejo de escribir durante toda su vida.