Ante los conflictos económicos, ocupacionales, administrativos y en especial políticos de nuestro país, últimamente se habla fuerte de la necesidad de expedir una nueva Constitución Política que dé pauta a cambios institucionales. El autor de este libro abiertamente declara su escepticismo a esta propuesta. Para él, sólo se impone dictar una nueva Constitución cuando se ha producido o se está produciendo una grave y radical transformación social que afecte al sistema político vigente, vía un movimiento social desesperado, por lo general violento, que urge la expedición de un documento constitucional para lograr la paz,