Inauguró la era moderna de la filosofía. Ideó un método capaz de alcanzar la certeza incluso a partir de la duda más radical, la de la propia existencia. Armado de una evidencia indiscutible, «pienso luego existo», reconstruyó el edificio del conocimiento de su época. La única herramienta que se permitió utilizar para ello fue la razón deductiva, por lo cual está considerado el padre del racionalismo y una figura clave de la revolución Científica.