Privar al hombre de uno de sus más grandes bienes, la libertad, ha sido una de las penas que se institucionalizaron en la era moderna. ¿Qué sucede cuando un país aumenta el monto de las penas que privan la libertad? ¿El aumento de las condenas es acaso una garantía para disminuir los índices de criminalidad? Ante el fenómeno de la inseguridad, traducida ésta como el incremento de la criminalidad en la ciudad de México, se presenta el discurso del grupo en el poder, el cual, ante el reclamo de la ciudadanía opta, como principal solución, por un endurecimiento del sistema penal, incrementando penalidades y recatalogando delitos como graves. El presente trabajo pretende, por un lado, determinar cuál es la situación real en cuanto a la efectividad del incremento de las penas con relación al número de delitos cometidos, lo que constituye parte de un discurso jurídico penal importante en nuestra sociedad, y por otro, cuestionar la fundamentación teórica del ejercicio del Derecho Penal, confrontándola con la práctica, a fin de hacer coincidir una y otra, y dar un sustento teórico real, tanto al ius puniendi como al ius poenale.