Las transformaciones que ha tenido nuestro país -consecuencia del avance económico, político, social y tecnológico- crean la necesidad de que nuestras leyes se modifiquen y armonicen con la realidad social que enfrentamos en esta nueva etapa.
De ahí que el derecho no podría quedar de lado: para armonizar nuestras leyes y códigos, no podemos dejar de conocer los antecedentes históricos y las raíces de donde emanan.