Helena se da cuenta de que, para algunas cosas, es demasiado pequeña; para otras, sin embargo, es demasiado grande. ¿Entonces, qué? ¿Quién entiende a los adultos? Helena y su juguete preferido, Bolín, un buey de papaya, parten en un viaje fantástico donde conocen muchos amigos y todos están de acuerdo con que hay muchos modos de interpretar las palabras.