Todos queremos ser felices. Entre los obstáculos que dificultan la realización de este deseo, en la mayoría de las personas, el resentimiento suele ser el principal. No es fácil constatar lo extendido en este padecimiento; en el tono crítico de las conversaciones, en los enojos, en las quejas y lamentaciones, en las justificaciones, en los pensamientos negativos, en las frustraciones, en los distanciamientos, en las divisiones familiares, en los fracasos matrimoniales.