Más allá del entorno en el que naciste, de las circunstancias que te tocaron vivir o la buena o mala suerte que has tenido, la realidad actual en la que vives es producto de todas las decisiones que has tomado y de las acciones que has realizado en el pasado, así como de lo que has hecho o no has querido o podido hacer en su debido momento. Eres el “caminante” que descubre el sendero y crea su propio destino a partir de las decisiones que toma.