Elegida desde su nacimiento para dar comienzo a una nueva era, la vida de Poppy nunca le ha pertenecido. La vida de la Doncella es solitaria. Jamás la tocarán. Jamás la mirarán. Jamás le hablarán. Jamás sentirá placer.
Mientras espera el día de su Ascensión, preferiría estar con los guardias luchando contra el mal que se llevó a su familia que preparándose para que los dioses la encuentren lo bastante digna.