En la actualidad son incontables las corporaciones que han alcanzado un alto nivel de ventas, ya sea de alcance mundial o nacional, a través de la elaboración de productos o prestación de servicios excepcionales que destacan entre la competencia; sin embargo, no todas han tenido la fortuna de mantener los estándares de excelencia de origen tanto en su producto como en su atención al cliente y han visto sus esfuerzos reducidos a negocios en quiebra.