El acelerado avance que todas las ramas del saber han tenido en los últimos años permite aseverar que el conocimiento humano se ha enriquecido. Este progreso también ha alcanzado al Derecho, en particular al Derecho Penal. Nuevas y cada vez más peligrosas manifestaciones criminales obligan a soluciones que la política criminal aconseja, lo cual ha derivado en continuos cambios en la legislación desde los principios fundamentales consagrados en la Constitución.