"Para escribir un libro, se supone que el escritor debe estar seguro. En ciencias evolutivas es imposible estar sin dudas; quien afirme estar seguro donde todo cambia, es alguien que está agotado; no el tema, que seguirá en estudio y sucediendo"; así lo entendió Ramón y Cajal al decir: "No hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones".