"[...] Hammurabi, el rey perfecto, soy yo [...]. Los grandes dioses me han elegido y yo, sólo yo, soy el pastor salvador, cuyo cetro es justo [...] Para que el fuerte no oprima al débil, para hacer justicia al huérfano y a la viuda, en Babilonia, la ciudad cuya dignidad Anum y Enlil en el Esagil, el templo cuyos fundamentos son inconmovibles [...], para promulgar la ley del País, para hacer justicia al oprimido, he escrito mis preciosas palabras en mi estela y la he levantado delante de mi estatua "Rey de justicia" [...]"