España acudió a América no para formar un imperio, sino para construir una nueva civilización, integrándose con los nativos en un intenso proceso de mestizaje que ha dado lugar a la creación de a comunidad hispana, que alberga a más de quinientos millones de personas en todo el planeta. Este ámbito cultural es la Civilización Hispánica, compuesta por un rico arsenal de ingredientes materiales: la alimentación, la arquitectura, la música; e intangibles como la lengua española (el tercer idoma del mundo) y la religión, ya que España expande el catolicismo hasta hacerlo universal.