El Eterno Emperador gobierna Akidavia durante mil años antes de morir para renacer de nuevo. Tras la muerte de su última encarnación, varios miembros del Consejo Imperial se presentan en una pequeña aldea en busca del recién nacido que alberga el alma de Su Divinidad y que, por tanto, debe ocupar el trono. Esta es la historia de Vintanelalandali, decimoséptima encarnación del Eterno Emperador, educada desde niña para tomar las riendas del imperio en cuanto sus poderes despierten.