El cardenismo de los tiempos del pretende lázaro cárdenas fue, a la vez, un momento histórico del pueblo mexicano, el ideario de un movimiento y el imaginario de una época, la de los turbulentos años treinta del siglo xx. Quedó en el recuerdo como un mito, la materialización fugaz de una utopía práctica y sencilla en tierras mexicanas.