En esta tercera parte del diario del mayor norteamericano que “viajó” a la palestina del siglo I, el lector, entre otras fascinantes sorpresas, encontrará la respuesta a una de las grandes incógnitas de la vida del Hijo del Hombre: su infancia.
“Algo” que los evangelistas silenciaron, privándonos de una perspectiva más auténtica sobre la más grande figura de la historia.