Bailando la adversidad cuenta la experiencia de una niña de familia humilde que creció en un pueblo pequeño y soñaba con ser bailarina.
Estudió danza en el conservatorio y a los 19 años se fue a Madrid. Después de mucho esfuerzo consiguió trabajar en los mejores musicales como Hoy no me puedo levantar, de Nacho Cano, coreografiar otros como Forever King of Pop (en homenaje a Michael Jackson) y participar en varios videoclips, entre ellos Desde que estamos juntos, de Melendi.