“¿De qué te sirve la libertad si aún no sabes quién eres?” Mateo ha comprendido que la libertad no es un estado físico sino un estado mental. Que la libertad brinda alas para volar; no importa si esas alas son suaves y ligeras o si son pequeñas y pesadas como el cristal. Que esa sensación de liviandad lo preparará para enfrentar la lucha que lo lleve a alcanzar sus deseos. Y aunque Ángela ha cambiado, él está dispuesto a enfrentar las tentaciones que se le presenten para reconquistarla. Ambos tendrán que descubrir y combatir los demonios del pasado para estar juntos eternamente.