La sargento Ruth Lake y el inspector jefe Greg Carver andan a la caza de un asesino en serie que recoloca a sus víctimas como si fueran maniquís y les cubre el cuerpo entero de complejos y misteriosos tatuajes.
Los medios ya lo han apodado "el asesino de las espinas", por el método primitivo y tremendamente doloroso del que se sirve para tatuarlas.