El entorno en el que se produce un accidente o catástrofe tiene una serie de características que hacen que se torne peligroso tanto para las víctimas como para los profesionales sanitarios que practican la asistencia. Para asegurar el lugar de trabajo y la evacuación de los pacientes es necesario que se produzca el acondicionamiento del entorno. Para ello, el profesional debe conocer las técnicas de protección de las víctimas y los intervinientes mediante la ubicación del vehículo en la zona asistencial, las técnicas de situación y balizamiento aplicables en situaciones especiales, los procedimientos que se deben poner en marcha en caso de que existan riesgos nucleares, radiactivos, biológicos o químicos, las técnicas de descarceración y acceso al paciente, la conducción en situaciones adversas y la prevención de riesgos laborales aplicables a cada situación.