París, octubre de 1961. La policía reprime de manera brutal una manifestación de argelinos. Thiraud, un profesor de Historia, es asesinado mientras observa los cientos de víctimas de las cargas policiales. Esta muerte hubiera permanecido para siempre en la sombra si, veinte años más tarde, un segundo Thiraud, su hijo, no hubiese sido acribillado en las calles de Toulouse.