En el año 2009, se lanzó un nuevo videojuego de Batman, un juego que no se parecía a nada de lo visto hasta entonces en el mundo. ¿Su nombre? Batman: Arkham Asylum. Lo que seguiría a lo largo de los siguientes seis años fue una trilogía de videojuegos que cambiaría para siempre tanto la franquicia de Batman como el concepto de juego.