La hipótesis central de este libro es que los grupos humanos son construcciones que sólo consiguen erigirse en realidad social asociándose con las formaciones psíquicas originales: los organizadores internos de la grupalidad tienen la propiedad de producir y dirigir ciertos procesos del grupo. Resulta de ello que la personalidad es una grupo logia, y el grupo una construcción tributaria de los organizadores psíquicos.