Rosie y Dominic Vega forman la pareja perfecta: se conocen desde jóvenes, son grandes amigos y están locamente enamorados. O al menos, solían estarlo. Ahora, Rosie tiene suerte si consigue que Dominic le dedique un gruñido digno de un hombre de las cavernas cuando entra por la puerta. Dominic es un compañero fiel y aporta estabilidad a la pareja, pero el hombre de quien Rosie se enamoró diez años atrás parece haberse esfumado.