Confusión, desesperación, tristeza, depresión, impotencia, son algunas de las emociones que se agolpan en el animo del paciente cuando el medico le informa al paciente que tiene insuficiencia renal crónica, lo que significa que el riñón funciona en su mínima capacidad o bien lo ha dejado de hacerlo. Múltiples son las preguntas que se hacen ¿Ya no funciona mi riñón? ¿Podre vivir asi? ¿Morire?