500 años fregados pero cristianos revela una de las constantes de Eduardo del Río, mejor conocido como Rius: su férreo ateísmo. Este libro es una crítica brutal al enajenamiento impuesto por la religión cristiana como medio de dominio; método que los conquistadores hallaron para imponer su ideología. Una historia de terror y de falsos valores sobre la hipocresía de quienes trajeron la figura de Cristo para destruir una cultura milenaria e instaurar un régimen de sometimiento.