A menudo nuestras mejores intenciones y todo nuestro esfuerzo y buenos propósitos son saboteados por pequeños malos hábitos, por pequeñas reacciones que lo único que consiguen es frenarnos en nuestro camino hacia obtener lo que deseamos.El vertiginoso mundo en el que nos movemos no ayuda a mejorar el problema con las continuas presiones sobre nuestras actividades, que causan que entremos en círculos viciosos que frenan nuestra productividad.